Identidad y diversidad cultural en Panamá
Desde que
Panamá era colonia de España fue utilizada como ruta de tránsito por su
territorio angosto y su ubicación privilegiada por lo que llamó la atención de
potencias europeas como Escocia, que querían establecerse en el istmo. Esto se
intensificó aún más durante la construcción del ferrocarril en 1850, el fracaso
del Canal francés y posteriormente en 1904 el Canal de Panamá que atrajo mano
de obra de países antillanos como Martinica, Trinidad y Tobago, Santa Lucía,
Guadalupe, Barbados y Jamaica, de Centroamérica, Europa y Asia (gran parte de
ellos procedentes de China). El país tiene una cultura del Caribe, sin embargo,
históricamente, los lazos que unen a Panamá con Sudamérica son fuertes, debido
a que fue parte de la Gran Colombia hasta 1903, compuesta en ese entonces
también de Venezuela, la Nueva Granada (actual Colombia) y Ecuador.
Panamá cuenta
con una variedad de grupos étnicos, las cuales destacan los chinos, hindúes,
judíos, españoles, estadounidenses, colombianos, italianos, argentinos,
griegos, franceses, árabes, venezolanos, dominicanos, chilenos, entre otros,
que han influenciado en la cultura panameña en el área del idioma originando el
Español panameño, en la gastronomía, en la práctica del béisbol introducido por
los estadounidenses, en la música dando origen al Reggae en español y el
Reguetón, entre otras.
Los panameños
están muy orgullosos de sus raíces y tratan de cuidar y conservar las
costumbres y elementos que hicieron felices a sus antepasados. El principal
símbolo de la identidad panameña es la pollera, un vestido de algodón o lana
decorado con bordados o encajes de diseño florales. Se suele complementar con
joyas de oro en la cabeza, las orejas, el cuello y el pecho, y con una especie
de sombrero conocido como Tembleque, por ser flexible y moverse cuando las
mujeres danzan con la pollera puesta. Esta colorida prenda era usada por los
panameños para sus faenas diarias y para acudir a las celebraciones religiosas.
Y hasta hoy en día las panameñas se visten de polleras para ocasiones
especiales.
La Cultura Panameña
Panamá cuenta
con una variedad cultural que la hace única en la región. Uno de los mayores
contribuyentes a la riqueza del país es la presencia constante de visitantes y
la mezcla de culturas de otras partes del mundo. Como punto de contacto y un
punto de paso, esta pequeña franja de tierra se considera un verdadero crisol
de razas. Con casi cuatro millones de habitantes, la población de Panamá está
compuesta por mestizos 67% (mezcla de raza amerindia y caucásicos) y mulatos
(mezcla de caucásicos y afrodescendientes-), un 14% afrodescendientes-, 10% de
raza blanca, un 6% de amerindios indígenas y 3% de personas de diversos
orígenes étnicos. Esta mezcla étnica es particularmente rica porque aunque se
trata de una gran variedad de orígenes y tradiciones culturales diversas, la
mezcla ha sido estimulada por el ambiente de tolerancia y armonía que siempre
ha reinado en el país.
A pesar de que
todas las formas de prácticas religiosas son respetadas, la población es
mayoritariamente Católica y la religión está profundamente ligada a las
tradiciones y expresiones culturales del país. En el interior, por ejemplo, las
mayores celebraciones están relacionadas con un grupo diverso de santos y estos
santos incluso se consideran los “dueños” de los diferentes pueblos. Una de las
mayores celebraciones relacionadas con las creencias católicas es el Carnaval
de Panamá. El carnaval es una celebración masiva de cuatro días que precede a
la “Cuaresma” – los 40 días a partir del Miércoles de Ceniza hasta la Pascua
que se observan como una temporada de ayuno y penitencia en preparación para la
Pascua.
El pasado
indígena es muy importante aún en Panamá y es evidente hoy en los rostros de
sus habitantes, que conservan claros rasgos indígenas. Existen siete pueblos
indígenas todavía en Panama, que viven en regiones semi-autónomas gobernadas
por ellos mismos. Con Vive Panamá podréis conocer la más grande de todas, Kuna
Yala, en la comarca de San Blas, administrada por los Kuna. Tienen su propia
autoridad política, económica, cultural y religiosa, exportan productos que
cultivan en sus campos (en especial coco y cacao) e importan productos de
Colombia y de la capital.
Como sucede
con todos estos pueblos, su mayor arte reside en la artesanía. Los Kuna
confeccionan las molas, unos complejos vestidos para la mujer compuestos por
varias telas superpuestas y tejidas entre sí que acaban formando una pieza muy
rica en figuras, colores, imágenes y texturas. Los Emberá, distinguidos por
pintarse la piel con jugos de frutas, realizan miniaturas de tagua (también
conocida como marfil vegetal) y cestas muy apreciadas.
Pero si hay un
producto artesano que une a todos los panameños es el sombrero, sobre todo la
variedad del sombrero pintado. Su calidad se determina por el número de vueltas
que tenga y se caracteriza por estar elaborado con fibras naturales. Una nota
curiosa es que según se coloque la visera del sombrero significa que su
portador es más o menos poderoso. Por ejemplo, si el ala se dobla en la parte
frontal y posterior del sombrero indica éxito y plenitud, mientras que si lo
hace sólo en la parte posterior quiere decir que la persona posee grandes
conocimientos intelectuales.
En cuanto al
baile, el más importante es el baile Congo, procedente de la población de raza
negra de las costas del Caribe. Una danza contagiosa y colorida que expresa el
sentimiento de lucha y erotismo de los esclavos negros que llegaron a la costa
panameña en época colonial. La danza pone en escena un coqueteo entre el Rey y
la Reina Congo a ritmo de los clásicos tambores africanos
La gastronomía
panameña se caracteriza por ofrecer platos contundentes, necesarios para el
trabajo en el campo. Por eso se considera que el plato nacional es el Gallo
Pinto, un guiso a base de arroz y frijoles ideal para que los campesinos
retomen fuerzas después de una dura mañana. El guacho de marisco gusta mucho
entre la población local por la mezcla de sopa y arroz con mariscos mixtos. El
sancocho es un plato muy tradicional, un caldo de pollo mezclado con ñame (un
tubérculo), cilantro y especias y siempre acompañado de arroz blanco. En
nuestros viajes tendrás la oportunidad de degustar todos los platos de la
gastronomía panameña, tanto en una callejuela del centro de la capital como en
una mesa con vistas al mar.
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